MANIFIESTO POR LA
PAZ DESDE LA
RESILIENCIA
Lo que hace cinco lustros asomaba tÃmidamente como una posible respuesta humana frente a la adversidad, hoy se configura como una mirada sobre la vida que nos implica y nos invita a creer en que es posible la transformación de nuestros pueblos. Un paradigma que nos recuerda que somos capaces de volver a soñar y a reÃr a pesar de los golpes de la existencia, propiciando un nuevo significado a la vida y una nueva dimensión a la reconstrucción del tejido social.
En este momento histórico en el que nuestros pueblos comienzan a abandonar su papel de vÃctimas para convertirse en actores de su reconstrucción, necesitamos más que nunca al otro, para que no nos invadan la desesperanza y la incomprensión.
Durante siglos fuimos testigos de la violencia, de la injusticia y del sufrimiento. Hoy somos testigos de la presencia de cientos de proyectos, investigaciones, acciones colectivas, publicaciones, que enraÃzan sus sentires y sus haceres sobre el abono de nuestra memoria histórica, asumiendo el riesgo de vivir.
Es el momento de hacer de la búsqueda aislada un encuentro, de la inquietud personal un abrazo de inquietudes que nos permita romper las cadenas que se forjaron con la culpa y el olvido.
La resiliencia no es propiedad de intelectuales, ni puede quedarse en los anaqueles, congresos y academias, dado que en su esencia está la defensa del desarrollo humano y la construcción y consolidación de la paz, garantizando la expectativa de un mañana. Es un constructo integrador y respetuoso con la vida que defiende la potencialidad humana y la posibilidad de transformación, por lo que se erige en garante de la inclusión y la suma de iniciativas favorecedoras del desarrollo humano.
Asà pues, con este manifiesto:
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Asumimos la responsabilidad de visibilizar las experiencias de tantas y tantos que, bebiendo del conocimiento académico y experiencial, y sensibles a la realidad, están acompañando dÃa a dÃa procesos de resiliencia.
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Aceptamos el reto de unirnos, convencidos y convencidas de que cada uno de nosotros somos piezas únicas y claves para construir la paz.
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Apostamos por la generación de una memoria colectiva tejida con las hebras de nuestras subjetividades, uniendo nuestras certezas y compartiendo nuestros haceres en un manto iberoamericano que arrope la dignidad humana y abrace la vida.
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Nos sumamos a quienes practican la democratización del conocimiento que garantiza el acceso y el intercambio, necesario para romper el aislamiento y la invisibilidad que pone en riesgo la continuidad de iniciativas .
Sea pues la firma de este manifiesto una apuesta por la vida, un abrazo por la paz, una instrumentalización de la esperanza, una osadÃa para el cambio.
Pontificia Universidad Javeriana - Bogotá, Septiembre 11 de 2015.
