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‘Todos tenemos una mochila donde están guardados nuestros dolores’1

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La embajadora universal de resiliencia, María Angélica Kotliarenco, llegó a Colombia para participar en el primer encuentro internacional sobre el proceso de resiliencia y paz que busca explicar ambos conceptos de cara a la reconciliación.
 
Por Mayra Alejandra Ríos Aguilar
Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana   
Especial para Reconciliación Colombia
 
9 de septiembre de 2015
 
María Angélica Kotliarenco define la resiliencia como la capacidad que tienen las personas para recuperarse de una situación crítica. Pero para que este poder y esta fuerza puedan desarrollarse se requiere de motivación, voluntad y esfuerzo. “Si no se toma consciencia de la situación, no se puede salir adelante”, explica la experta y agrega: “Por ello es importante comprender el dolor. Esta comprensión viene de la mano de la voluntad de querer transformar la realidad”.

Kotliarenco vino desde Chile a participar del primer encuentro internacional de Resiliencia y Paz, que organiza la Universidad Javeriana, desde este miércoles y hasta el viernes, en el marco de la Semana por la Paz.
 
Dice que la resiliencia tiene un papel fundamental en la memoria y lo explica así: “En este proceso tú tienes que recordar todos los pasos que diste. Es allí cuando la memoria y la fantasía tienen un límite casi transparente porque recordamos desde diferentes perspectivas. Todos tenemos una mochila donde están guardados nuestros dolores. Las personas resilientes son capaces de cargar la mochila con conciencia, no sacando como espada los dolores, sino encontrando la forma de vivir con ellos”.
 
Y para avanzar en el concepto de resiliencia comunitaria comenta que esta se da cuando se generan vínculos al transformar la realidad. Lo explica por medio de la siguiente metáfora: “cuando las neuronas se enamoran entre sí hay sinapsis. Es decir, se produce el aprendizaje. Estas dos neuronas se unen porque reciben el estímulo y se  buscan”.
 
Comenta entonces que la construcción de vínculos comunitarios se logra por medio de cosas básicas en la vida de cualquier ser humano: el amor, la amistad, la empatía, la necesidad del otro. “El problema surge cuando nos cuesta generar relaciones de afecto con el otro”, sentencia.
 
Para no hablar de Colombia se remite a su país: “Chile es una sociedad individualista. La gente se une sólo por un interés de conseguir algo. Entonces cuando se obtienen los vínculos, se cierran”.
 
María Angélica Kotliarenco fue de joven allendista y desde allí comenzó su interés por iniciativas comunitarias. Es una mujer que ha entregado su vida a la investigación y a generar aportes sociales principalmente enfocados en las niñas y los niños, pues considera que ellos son base de la reconstrucción del tejido social.
 
Esta chilena es embajadora universal de resiliencia; Ph. D. de la Universidad de Londres; directora ejecutiva del Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer; socia fundadora de la red latinoamericana de resiliencia, con sede en Colombia y en México, y docente del diplomado de promoción de la resiliencia de la Universidad de Barcelona.
 
La investigadora presentará su perspectiva sobre la resiliencia en la ponencia que ha titulado La Verdad Amurallada en el congreso internacional que se desarrolla en el auditorio Félix Restrepo de la Universidad Javeriana. Considera que la verdad amurallada es la paz que no se ve porque está cubierta por una pared.  El encuentro internacional de Resiliencia y Paz se propone generar redes de apoyo desde la academia y sociedad civil en pro de una sólida construcción de paz.

 

1.http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/1054/-todos-tenemos-una-mochila-donde-estan-guardados-nuestros-dolores

 

 

‘Por insignificantes que parezcamos, somos piezas únicas en la construcción de la paz’2

 

 

 

 

 

 

 

 

Una de las mayores exponentes de la resiliencia en el campo social y educativo en España está en Colombia promoviendo una mirada reflexiva sobre el aporte que cada uno podemos hacer a la construcción de paz.

Por Mayra Alejandra Ríos Aguilar
Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana   
Especial para Reconciliación Colombia
 
10 de septiembre de 2015

La experta española en temas de resiliencia, entendida como la capacidad para reponernos a la adversidad, Anna Forés Miravalles vino a Colombia a dejar un mensaje clave en momentos en que -se dice- vivimos un período trascendente por los varios hechos políticos y sociales que se están dando: “la paz es posible, aunque a veces se sienta inalcanzable”.
 
Y aunque pareciera una frase corriente, Forés la pronuncia con la profunda convicción de que si cada cual trabaja -si todos trabajamos- por construirla esta es posible.
 
Entonces, retó al público que asiste al primer congreso internacional de Resiliencia y Paz a que escribiera cuál es su tarea en este campo –el de la paz-, distribuyendo para este ejercicio un papel blanco con la figura de una paloma, que ella había silueteado y traído desde Barcelona precisamente para este ejercicio.
 
Al sensibilizar al público sobre si hace un aporte real y efectivo a la paz, durante su conferencia Forés orientó al auditorio con el siguiente planteamiento: “si la paz es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?”
 
Para la docente española todos estos temas de la resiliencia y de la paz tienen una esfera individual y una esfera colectiva que si se trabajan bien, pueden potencializarse:
 
El primero, tanto la una como la otro son un SÍ a la vida.
 
El segundo, la una y la otra reconocen al otro como legítimo; es decir lo aceptan en su diferencia.
 
El tercero, cada uno de nosotros somos importantes para promover la resiliencia y tejer la paz. Por eso, su mensaje al auditorio fue este: “por insignificantes que parezcamos, somos piezas únicas y claves en la construcción de la paz”.
 
El cuarto y último, hallar en las dificultades una solución, lo que exige nuestra capacidad creativa. “Cuando a la ostra le entra un granito de arena en su interior y este la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse. Como resultado, crea una joya brillante y preciosa”.
 
La idea es que al igual que las ostras, nosotros encontremos en las crisis la oportunidad creativa de entregar lo mejor de sí mismos. Todo, teniendo en cuenta el profundo dolor al que han estado sometidas muchas personas y comunidades en Colombia por cuenta de la violencia.

Al evaluar el hecho de que la resiliencia y la paz no solo son procesos profundamente individuales, sino también profundamente colectivos, en los que resiliencia y paz se conectan, hizo una crítica a la forma cómo se está educando: “los profesores forman a los estudiantes para competir y esta genera violencia”, por lo que agregó: “es necesario educar para cooperar. Cuando esto sucede estamos educando para la paz”.
 
Forés es directora de la Asociación de Investigación para la Resiliencia (AIRE). Desde el 2004, por medio de trabajos investigativos esta asociación ha hecho aportes al trabajo con poblaciones vulnerables desde la perspectiva de la resiliencia. “Se promueve la resiliencia a padres y educadores para que fomenten en los niños el espíritu de resolver sus propios problemas desde pequeñas iniciativas creativas”, comentó la docente.
 
Esta española de mirada dulce y risa contagiosa es doctora en filosofía y ciencias de la educación de la Universidad de Barcelona; claustro del que ha sido vicedecana de pedagogía y actualmente enseña en la facultad de educación. También ha publicado los libros La resiliencia. Crecer desde la Adversidad, Tim Guénard; y La resiliencia en contextos socioeducativos.

2.http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/1061/-por-insignificantes-que-parezcamos-somos-piezas-unicas-en-la-construccion-de-la-paz

 

 

 

‘No soy víctima, ni sobreviviente; soy guerrera’3

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

María Emilia O’Neill es estadounidense, pero también con raíces mexicanas. Como su apariencia es latina ha sufrido la discriminación en Estados Unidos y se suma a esto ser mujer. Aquí las reflexiones que encuentra sobre situaciones traumáticas.

Por Mayra Alejandra Ríos Aguilar
Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana   
Especial para Reconciliación Colombia
 
11 de septiembre de 2015
 
María Emilia O’Neill, una mujer de sangre y de corazón mexicano-estadounidense, ha sufrido el rechazo de ser inmigrante ¡en su propia tierra! Y para revisar cómo la resiliencia trabaja desde la tragedia humana, contó su historia en el último día del Encuentro Internacional de Resiliencia y Paz que se realizó por tres días en la Universidad Javeriana.
 
“Mis padres fueron diplomáticos. Cuando volví a mi ciudad natal en Estado Unidos con el sueño de hacer mi doctorado me encontré que mi apariencia mexicana pesaba mucho. Pasé a ser una minoría discriminada por ser latina y también por ser mujer”, recuerda O’Neill.
 
En Estados Unidos los inmigrantes tienen esa crisis de identidad porque no saben quién ser y cómo proyectarse para ser aceptados. De allí, surgió la idea de su tesis doctoral.
 
Con su tesis ‘Yo soy’ O’Neill busca que el individuo recupere las partes de sí que ha perdido para que pueda vivir con esperanza. “Cuando yo creo en ti, tú puedes salir adelante”, explica.
 
Uno de los casos que más recuerda esta experta en resiliencia es del joven que estaba diagnosticado con enfermedades sicológicas. De niño él había sufrido el abuso.  Decía que no creía en Dios porque si existiera, este sería un Dios muy malo. O’Neill sólo le dijo que con la fe de ella y de su trabajo él se recuperaría. Hoy está terminando su pregrado.
 
“Dos manos y un corazón es suficiente”, comenta esta mujer que ha intervenido exitosamente comunidades con su metodología. Para O’Neill la clave está en conectarse con la persona desde la pregunta ¿cómo vas a hacer para que tú recuperes ese ser guerrero? La idea es que la persona deje de verse como víctima o incluso como el paso más allá, el de sobreviviente, y se convierta en un verdadero guerrero.
 
Con la neurociencia es posible enseñar “cómo tu cerebro puede protegerte y enseñarte a salir adelante”. Explica. “cuando hay trauma, tú cerebro emocional se duerme para que no sufras. Cuando estás en peligro, solo reaccionas, no piensas, sino actúas”.
 
La neurociencia enseña cómo el cuerpo es naturalmente resiliente.  Señala que esta se despierta a través de la consciencia: “es necesario saber cómo funciona tu mente, tu cuerpo y tu corazón para expandirlo a los demás.  Si no sabes lo que te hizo resiliente, ¿cómo lo enseñas?”, se pregunta O’Neill al explicar que hacer consciencia del proceso es algo necesario para recuperarse como ser humano.
 
Es crítica de las personas que trabajan con las comunidades vulnerables y se creen ellas mismas que, por tener título, “son los iluminados”, cuando realmente son las personas de la comunidad quienes enseñan el camino de cómo ser sobreviviente en situaciones de violencia.
 
“Se cree que el pobre está fregado porque no piensa en el futuro”, sin saber que por sus condiciones de vida, solo tiene esperanza en el ahora, señala O’Neill.
 
Por eso considera que es indispensable trabajar porque ellos crean que pueden construir un futuro para sus vidas.

Desde su experiencia, esta mexicano-estadounidense comprende que el trabajo de resiliencia que ella ha venido haciendo tiene una fuerte relación con la paz.  O’Neill la define como “el deseo de que tú estés bien”.
 
“La paz no es sólo la ausencia de violencia sino la búsqueda del bienestar común”, afirma y agrega: “Si te veo caído, te ayudo a levantarte, no te abandono cuando las cosas se ponen difíciles”.
 
Este es el mensaje esperanzador que María Emilia O’Neill trae a Colombia en el Encuentro Internacional de Paz y Resiliencia que se celebró en Bogotá en el marco de la Semana por la Paz y que trajo a expertos internacionales y nacionales a evaluar el aporte de la resiliencia a la paz.

 

3. http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/1066/-no-soy-victima-ni-sobreviviente-soy-guerrera

 

 

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